Durante los siglos dieciséis y diecisiete la pintura
de retratos realizados por artistas famosos era una tradición en Génova, e indicación de un
alto nivel social. Para la familia Balbi el retrato personal se convirtió en un elemento nuevo e importante
de su extensa colección de arte.
Durante el siglo 17, los Balbi que residían en Antwerp, Bélgica, mantuvieron una estrecha amistad
con el pintor Anthony Van Dyck, cuyo padrehabía estado dedicado, como ellos, al negocio de las sedas. En 1622, poco antes de
fallecer, Gio Agostino Balbi invitó a Van Dyck a Génova. Durante el cruce de los Alpes, Gio Agostino
murió, y le correspondió a Van Dyck comunicarle tan triste suceso a la familia. Se cree que Van Dyck
se hospedó durante varias semanas con la familia Balbi antes de establecer su propio estudio en Génova.
Gerolamo Balbi encargó varios retratos de sus hijas Battina (a la derecha arriba y abajo) y Caterina (a
la izquierda) y de sus hijos Gio Paolo (derecha) y Bartolomeo, cada cual montado a caballo. El inventario de pinturas
de Girolamo incluye un retrato de sí mismo con vestiduras de senador y un segundo retrato en el que posa
con un perro. Su inventario de pinturas también incluye una realizada por Van Dyck de sus sobrinos Gio Agostino
y Ottaviano Balbi cuando eran niños. Existe otro retrato muy conocido pero no se sabe si la persona en él
es su sobrino Gio Agostino Balbi como adulto, por ser uno de los "desconocidos" pintado por Van Dyck
(izquierda). Algunos entendidos opinan que el óleo titulado "Marchesa Balbi" (a la izquierda,
abajo) es un retrato de Francesca, la tercera de las hijas de Gerolamo, pero otros creen que podría ser
su nuera Ottavia, esposa de su hijo Bartolomeo.
En 1730 se selecionaron las 100 mejores pinturas genovesas. En este grupo, había ocho pertenecientes a Francesco Maria Balbi II, sobrino del primer Balbi Marqués de Piovera. Los Balbi adquirían y vendían pinturas como si fueran comerciantes de arte. Stefano Balbi estaba muy involucrado con las pinturas de Tiziano, posiblemente por razones de negocios. Mayormente la actividad comercial de la familia en el ámbito del arte era con Venecia y, en menor grado, con Suecia y España.
En 1803 la colección de la familia fue ofrecida al señor Irving, el corresponsal en Génova del Presidente Buchanan de los Estados Unidos. Otra parte de la colección fue dada al Presidente Wilson.